A la hora de manipular los alimentos para evitar la contaminación cruzada con gluten es recomendable:
Realizar una limpieza exhaustiva con agua caliente y jabón de las superficies y utensilios que vayamos a utilizar.
Es preferible utilizar productos naturales, ya que los productos manufacturados tienen un mayor riesgo de estar contaminados o de contener trazas de gluten.
Es recomendable usar un tostador y colador exclusivos para productos “sin gluten” ya que son difíciles de limpiar.
No utilizar aceite en el que hayamos frito previamente productos con gluten, ya que esta proteína no se desintegra a altas temperaturas.
Almacenar los productos sin gluten separados de los con gluten y tenerlos identificados de forma clara mediante etiquetas, pegatinas, envases de colores distintos, etc.
Almacenar SIEMPRE los productos sin gluten encima de los con gluten, con el fin de evitar que le caigan restos encima.
A la hora de utilizar microondas cubrir el plato sin gluten.
Utilizar utensilios exclusivos para alimentos sin gluten o limpiarlos antes y después de utilizarlos.
Se recomienda utilizar pan rallado y harinas sin gluten para evitar la contaminación, o copos de puré de patata para rebozar. Si no es posible cocinar o empanar con estos productos, cocinar alimentos sin gluten en momentos distintos y con la mesa y utensilios completamente limpios.
Evitar los utensilios de madera. Es preferible utilizarlos de metal o plástico.
Actualmente existen en el mercado productos elaborados con almidón modificado de trigo que contiene menos de 20 ppm y son aptos para personas celiacas.
No consumir productos que lleven en su etiquetado la mención “muy bajo en gluten”. Solo los productos declarados como “sin gluten”.
Consumir alimentos certificados con el Sistema de Licencia Europeo (ELS), productos que se encuentren en la Lista de alimentos sin gluten o productos que lleven la mención “sin gluten” ya que por legislación deben contener menos de 20 ppm.
Ante la duda de si un producto contiene o no gluten: No consumirlo.